miércoles, 25 de marzo de 2009

¿Sabías que la primera guía vitivinícola es del siglo VIII a. C.?

Es mucho más sencillo... y no gastas la retina: escúchalo.


El vino se produjo por primera vez durante el neolítico, según los testimonios arqueológicos hallados en los montes Zagros, en la región que hoy ocupan Armenia e Irán; gracias a la presencia de la Vitis vinifera sylvestris, y la aparición de la cerámica durante este periodo.


La evidencia más antigua de la producción y consumo de vino, es una vasija del año 5400 a. C., hallada en el poblado neolítico de Hajii Firuz Tepe, en los montes Zagros, que contiene restos de esta bebida.Posteriormente, el consumo de vino se extendió hacia el occidente, llegando a Anatolia y Grecia; y hacia el sur, llegando hasta Egipto.


La más antigua documentación griega sobre el cuidado de la vid, y la cosecha y prensado de las uvas, es Los trabajos y los días, obra de Hesíodo, del siglo VIII a. C.
En la antigua Grecia, el vino se bebía mezclado con agua y se conservaba en pellejos de cabra.Lo primero que hay que decir es que el vino, a lo largo de la historia, ha estado muy bien considerado por la alta sociedad, siendo testigo imprescindible en cualquier acontecimiento o banquete de importancia y alrededor de él se han firmado los grandes tratados y acontecimientos históricos.

Ya en Egipto, Grecia y Roma se adoraba a Dioniso o Baco (dios de los viñedos) y la Biblia se refiere al vino en diversos pasajes, entre otros cuando relata la última cena de Jesús, que ofreció una copa de vino a sus discípulos representando su sangre. Sabemos que en China, hace 4.000 años, ya conocían el proceso de fermentación de la uva, y que en Egipto, en el siglo IV a. C. ya conocían la viticultura. Julio César fue un gran apasionado del vino y lo introdujo por todo el imperio romano.


Pero la viticultura debe su mayor desarrollo a la propagación del cristianismo, por ser el vino necesario para la celebración de la misa. Los monasterios, con sus propios métodos de elaboración y extracción, fueron los precursores de la viticultura y vinicultura, dejando huellas tan claras como lo es el ejemplo de España hoy en día: las principales regiones o comarcas que disfrutan de una denominación de origen, o de una indicación geográfica protegida, coinciden perfectamente con importantes núcleos del monacato medieval hispano.
I.Y.P.

martes, 10 de marzo de 2009

¿Por qué los ingleses conducen por la izquierda?

Recuerda: si no te apetece leer, lo puedes escuchar...


Dos son las teorías más extendidas y creíbles para explicarlo, y las dos nos llevan a la Edad Media inglesa. Una de ellas es que los caballeros y señores medievales, tomaron por costumbre cabalgar por el lado izquierdo de los caminos. La razón era, que salvo los zurdos, a la izquierda llevaban envainadas sus espadas ya fuesen a pié o a caballo, y de este modo, al cruzarse con un potencial enemigo podían desenvainar y defenderse rápidamente con la mano derecha sin dejar el flanco descubierto en ningún momento.


La otra razón que se esgrime fue que con la expansión del comercio y los viajes comenzó a existir un gran tráfico de carruajes por las calzadas medievales. Se eligió circular por la izquierda nuevamente por una razón muy práctica: además de carruajes y coches de caballos también había un gran número de personas que circulaban a pié, y el problema era que cuando los cocheros azuzaban con el látigo a sus caballos, se corría el riesgo de que la punta de éste, al tomar el impulso hacia atrás, alcanzase a la gente que caminaba por las márgenes.


Por esta razón se eligió circular por la izquierda; así los cocheros no debían preocuparse, pues el látigo se blandiría por el centro de la carretera, y en teoría no alcanzaría a nadie. Otra cuestión es que el cochero fuese zurdo.


En la Europa continental esta medida también se generalizó, pero una leyenda, quizás no muy creíble, nos cuenta que la llegada de Napoleón, que era zurdo, modificó esta costumbre, pues prefería mantener el brazo izquierdo entre él y sus oponentes, y por lo tanto obligó a sus súbditos a circular por la derecha.


Desde entonces, los países conquistados o influídos por Francia adoptarían esta costumbre, mientras que los pertenecientes al Imperio Británico circularon por la izquierda.


I.Y.P.

viernes, 6 de marzo de 2009

Historia de la cerveza.

He vuelto. Bueno, en realidad nunca me fuí. Es que soy muy vago... Si tu también lo eres, pues ya sabes: no leas. Mejor escucha.



La agricultura se desarrolló en la zona de Mesopotamia entre el 10.000 y el 6000 a. C. Es entonces bastante probable que tanto el pan como la cerveza fuesen descubiertas al mismo tiempo. Sólo es una cuestión de proporciones: si se ponía más harina que agua y se dejaba fermentar, se obtenía pan, si se invertía la proporción y se ponía más agua que harina, y se dejaba fermentar, se conseguía cerveza. Los rastros más antiguos que atestiguan la existencia de panificación y de cervecería los encontramos en Mesopotamia.


Pero los restos arqueológicos más antiguos de producción de cerveza en Europa fueron descubiertos en el yacimiento del valle de Ambrona en Soria, y datan de alrededor del 2400 a. C., según el trabajo arqueológico del equipo dirigido por el profesor Miguel Ángel Rojo Guerra. Y que se sepa, de momento, esta sería la fábrica de cerveza más antigua del viejo continente.


Los celtas ya conocían la elaboración de la cerveza y llevaron consigo este conocimiento cuando se extendieron por la península Ibérica, donde su uso y su elaboración se desarrolló muy pronto.


Originalmente la cerveza ofrecía dos ventajas básicas. En primer lugar, permitía un uso más eficiente de un ingrediente no muy fácil de cultivar al principio. En efecto, era más fácil hacer mucha cerveza con un poco de grano que mucho pan con la misma cantidad de grano. En segundo lugar, la fermentación producía alcohol y desinfectaba el agua ofreciendo así una bebida limpia de contaminación bacteriana.

Pronto la cerveza se diferenció claramente del pan y pasó a ser una bebida independiente de la panificación. Se solía aromatizar con numerosas cosas y mezclarla con vino o hidromiel. Tampoco era raro el hecho de aguarla.


El fenómeno de la fermentación era concebido como un acto procedente de las divinidades con fuerte carácter mágico. Así fue como la cerveza fue concebida como bebida sagrada y placiente a los dioses. Y no son raros los textos en los que se describe una ofrenda en la que figura la cerveza como alimento sagrado.


Originalmente, las cervezas se solían hacer con un cereal antecesor del trigo llamado espelta. Pero rápidamente, se impusieron el trigo y la cebada en la cervecería. El trigo, más agradable en su forma sólida, fue reservado a la panificación y la cebada destinada a la cerveza. Curiosamente, ya en épocas muy remotas, la cebada no se servía cruda. Se hacían unos panes, cocidos a diferentes niveles y que se conservaban muy bien. Para hacer la cerveza, se hacía trocitos el pan y se mezclaba con agua. Después de calentar y cocer la mezcla, se dejaba fermentar varios días.
I.Y.P.