Una lámpara incandescente; llamada también bombilla, ampolleta, lámpara, foco… en fin…; es un dispositivo que produce luz mediante el calentamiento por efecto Joule de un filamento metálico, hasta ponerlo al rojo vivo, mediante el paso de corriente eléctrica. Este es el proceso de funcionamiento de una bombilla convencional, aunque en la actualidad se están buscando ávidamente nuevos diseños y soluciones, porque las bombillas tradicionales técnicamente son muy ineficientes, ya que el 90% de la electricidad que utilizan la transforman en calor, y no en luz.
El invento de la lámpara está atribuido habitualmente a Thomas Edison, quien contribuyó a su desarrollo produciendo, el 21 de octubre de 1879, una bombilla práctica y viable, que lució durante 48 horas ininterrumpidas. Pero hoy en día se sabe que Heinrich Göbel, relojero alemán, fabricó lámparas que ya funcionaban tres décadas antes.
Heinrich Göbel construyó en el año 1854 lo que muchos consideran la primera bombilla, introduciendo un filamento de bambú carbonizado dentro de un bulbo en el que había hecho el vacío para evitar la oxidación. Continuó con el desarrollo durante los cinco años siguientes, logrando que funcionara hasta 400 horas. No solicitó una patente inmediatamente, pero en 1893 (el mismo año de su fallecimiento) fue admitido su invento como anterior al de Edison.
Una bombilla tradicional consta de un filamento de wolframio (también llamado tungsteno) muy fino, encerrado en una ampolla de vidrio en la que se ha hecho el vacío o se ha rellenado con un gas inerte, para evitar que el filamento se volatilice por las altas temperaturas que debe alcanzar. La bombilla se completa con un casquillo metálico, en el que se disponen las conexiones eléctricas.
La ampolla vítrea varía de tamaño con la potencia de la lámpara, puesto que la temperatura del filamento es muy alta y, al crecer la potencia y el desprendimiento de calor, ha de aumentarse la superficie de enfriamiento. El casquillo sirve también para fijar la lámpara en un portalámparas, por medio de una rosca o una bayoneta.
La lámpara incandescente es la de menor rendimiento luminoso de las lámparas utilizadas hoy en día y la que menor vida útil tiene, unas 1000 horas, pero es la más popular por su bajo precio y el color cálido de su luz.
I.Y.P.
1 comentario:
gracias por este trabajo,me ayudo mucho.
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