lunes, 11 de mayo de 2009

Historia de la Bombilla

Queridos, estamos de vuelta una vez más. Os digo lo de siempre: es mas facil escuchar, que leer...

Conoces la Historia de la bombilla?

Una lámpara incandescente; llamada también bombilla, ampolleta, lámpara, foco… en fin…; es un dispositivo que produce luz mediante el calentamiento por efecto Joule de un filamento metálico, hasta ponerlo al rojo vivo, mediante el paso de corriente eléctrica. Este es el proceso de funcionamiento de una bombilla convencional, aunque en la actualidad se están buscando ávidamente nuevos diseños y soluciones, porque las bombillas tradicionales técnicamente son muy ineficientes, ya que el 90% de la electricidad que utilizan la transforman en calor, y no en luz.


El invento de la lámpara está atribuido habitualmente a Thomas Edison, quien contribuyó a su desarrollo produciendo, el 21 de octubre de 1879, una bombilla práctica y viable, que lució durante 48 horas ininterrumpidas. Pero hoy en día se sabe que Heinrich Göbel, relojero alemán, fabricó lámparas que ya funcionaban tres décadas antes.


Heinrich Göbel construyó en el año 1854 lo que muchos consideran la primera bombilla, introduciendo un filamento de bambú carbonizado dentro de un bulbo en el que había hecho el vacío para evitar la oxidación. Continuó con el desarrollo durante los cinco años siguientes, logrando que funcionara hasta 400 horas. No solicitó una patente inmediatamente, pero en 1893 (el mismo año de su fallecimiento) fue admitido su invento como anterior al de Edison.



Una bombilla tradicional consta de un filamento de wolframio (también llamado tungsteno) muy fino, encerrado en una ampolla de vidrio en la que se ha hecho el vacío o se ha rellenado con un gas inerte, para evitar que el filamento se volatilice por las altas temperaturas que debe alcanzar. La bombilla se completa con un casquillo metálico, en el que se disponen las conexiones eléctricas.



La ampolla vítrea varía de tamaño con la potencia de la lámpara, puesto que la temperatura del filamento es muy alta y, al crecer la potencia y el desprendimiento de calor, ha de aumentarse la superficie de enfriamiento. El casquillo sirve también para fijar la lámpara en un portalámparas, por medio de una rosca o una bayoneta.



La lámpara incandescente es la de menor rendimiento luminoso de las lámparas utilizadas hoy en día y la que menor vida útil tiene, unas 1000 horas, pero es la más popular por su bajo precio y el color cálido de su luz.



I.Y.P.

jueves, 16 de abril de 2009

¿Conoces la historia del frigorífico?

No gastéis retina. Se cotiza cara. Escúchalo.


Seguro que en más de una ocasión, al llegar de fiesta, al hacer un alto en los estudios, o por simple insomnio, has atracado el frigorífico en plena noche. Y ahí estaba él: dispuesto a darte siempre un bebida bien fresca, o conservándote a punto para calentar las lentejas de mamá. ¿Pero tienes idea de cómo se conservaban antes los alimentos?

El antecesor del frigorífico era un armario de madera, aislado, en el que había un compartimiento superior, donde se ponía nieve, y de allí precisamente le viene el nombre más antiguo de nevera. En la parte inferior era donde se colocaban los alimentos que requerían frío para su conservación.

La nieve se llevaba a las poblaciones desde los picos más cercanos que tuviesen nieves al menos hasta la primavera. En esas montañas se construían pozos de nieve, los cuales tenían forma cilíndrica y con paredes verticales, y allí se almacenaba la nieve en capas de cuarenta a cincuenta centímetros de grosor, separadas entre sí por paja. Generalmente, durante la época estival esta nieve se distribuía por las poblaciones, realizándose este transporte con caballerías, las cuales tiraban de los carros aislados con paja, durante las noches.

Entre los siglos XVI y XIX es cuando existe una mayor constancia del trabajo en los neveros y del comercio del hielo. Más adelante, cuando empezó la fabricación industrial del hielo, se utilizaba éste en lugar de la nieve, y el sistema era parecido al anterior, en un armario ya metálico y con mejor aislante térmico. En la parte superior se colocaba el hielo, y es entonces cuando las neveras ya comienzan a disponer de unas bandejas y de un depósito para recoger el agua.




En 1784, William Cullen construye la primera máquina para enfriar, pero hasta 1927 no se fabricaron los primeros frigoríficos modernos. Cuatro años más tarde, Thomas Midgley descubre el freón, que por sus propiedades ha sido desde entonces muy empleado en máquinas de enfriamiento como equipos de aire acondicionado y frigoríficos, pero sin embargo, entre los compuestos químicos necesarios para fabricar el frío, está el Clorofluorocarburo, el famoso CFC, del que se ha demostrado que es uno de los principales causantes de la destrucción de la capa de Ozono, por lo que en 1987 se firmó el Protocolo de Montreal para restringir el uso de estos compuestos.

Así que cada vez que vuelvas a atracar el frigorífico, recuerda dar las gracias, porque ya nadie tiene que subir en plena noche, a buscar nieve al pico de una montaña.
I.Y.P.

miércoles, 25 de marzo de 2009

¿Sabías que la primera guía vitivinícola es del siglo VIII a. C.?

Es mucho más sencillo... y no gastas la retina: escúchalo.


El vino se produjo por primera vez durante el neolítico, según los testimonios arqueológicos hallados en los montes Zagros, en la región que hoy ocupan Armenia e Irán; gracias a la presencia de la Vitis vinifera sylvestris, y la aparición de la cerámica durante este periodo.


La evidencia más antigua de la producción y consumo de vino, es una vasija del año 5400 a. C., hallada en el poblado neolítico de Hajii Firuz Tepe, en los montes Zagros, que contiene restos de esta bebida.Posteriormente, el consumo de vino se extendió hacia el occidente, llegando a Anatolia y Grecia; y hacia el sur, llegando hasta Egipto.


La más antigua documentación griega sobre el cuidado de la vid, y la cosecha y prensado de las uvas, es Los trabajos y los días, obra de Hesíodo, del siglo VIII a. C.
En la antigua Grecia, el vino se bebía mezclado con agua y se conservaba en pellejos de cabra.Lo primero que hay que decir es que el vino, a lo largo de la historia, ha estado muy bien considerado por la alta sociedad, siendo testigo imprescindible en cualquier acontecimiento o banquete de importancia y alrededor de él se han firmado los grandes tratados y acontecimientos históricos.

Ya en Egipto, Grecia y Roma se adoraba a Dioniso o Baco (dios de los viñedos) y la Biblia se refiere al vino en diversos pasajes, entre otros cuando relata la última cena de Jesús, que ofreció una copa de vino a sus discípulos representando su sangre. Sabemos que en China, hace 4.000 años, ya conocían el proceso de fermentación de la uva, y que en Egipto, en el siglo IV a. C. ya conocían la viticultura. Julio César fue un gran apasionado del vino y lo introdujo por todo el imperio romano.


Pero la viticultura debe su mayor desarrollo a la propagación del cristianismo, por ser el vino necesario para la celebración de la misa. Los monasterios, con sus propios métodos de elaboración y extracción, fueron los precursores de la viticultura y vinicultura, dejando huellas tan claras como lo es el ejemplo de España hoy en día: las principales regiones o comarcas que disfrutan de una denominación de origen, o de una indicación geográfica protegida, coinciden perfectamente con importantes núcleos del monacato medieval hispano.
I.Y.P.

martes, 10 de marzo de 2009

¿Por qué los ingleses conducen por la izquierda?

Recuerda: si no te apetece leer, lo puedes escuchar...


Dos son las teorías más extendidas y creíbles para explicarlo, y las dos nos llevan a la Edad Media inglesa. Una de ellas es que los caballeros y señores medievales, tomaron por costumbre cabalgar por el lado izquierdo de los caminos. La razón era, que salvo los zurdos, a la izquierda llevaban envainadas sus espadas ya fuesen a pié o a caballo, y de este modo, al cruzarse con un potencial enemigo podían desenvainar y defenderse rápidamente con la mano derecha sin dejar el flanco descubierto en ningún momento.


La otra razón que se esgrime fue que con la expansión del comercio y los viajes comenzó a existir un gran tráfico de carruajes por las calzadas medievales. Se eligió circular por la izquierda nuevamente por una razón muy práctica: además de carruajes y coches de caballos también había un gran número de personas que circulaban a pié, y el problema era que cuando los cocheros azuzaban con el látigo a sus caballos, se corría el riesgo de que la punta de éste, al tomar el impulso hacia atrás, alcanzase a la gente que caminaba por las márgenes.


Por esta razón se eligió circular por la izquierda; así los cocheros no debían preocuparse, pues el látigo se blandiría por el centro de la carretera, y en teoría no alcanzaría a nadie. Otra cuestión es que el cochero fuese zurdo.


En la Europa continental esta medida también se generalizó, pero una leyenda, quizás no muy creíble, nos cuenta que la llegada de Napoleón, que era zurdo, modificó esta costumbre, pues prefería mantener el brazo izquierdo entre él y sus oponentes, y por lo tanto obligó a sus súbditos a circular por la derecha.


Desde entonces, los países conquistados o influídos por Francia adoptarían esta costumbre, mientras que los pertenecientes al Imperio Británico circularon por la izquierda.


I.Y.P.

viernes, 6 de marzo de 2009

Historia de la cerveza.

He vuelto. Bueno, en realidad nunca me fuí. Es que soy muy vago... Si tu también lo eres, pues ya sabes: no leas. Mejor escucha.



La agricultura se desarrolló en la zona de Mesopotamia entre el 10.000 y el 6000 a. C. Es entonces bastante probable que tanto el pan como la cerveza fuesen descubiertas al mismo tiempo. Sólo es una cuestión de proporciones: si se ponía más harina que agua y se dejaba fermentar, se obtenía pan, si se invertía la proporción y se ponía más agua que harina, y se dejaba fermentar, se conseguía cerveza. Los rastros más antiguos que atestiguan la existencia de panificación y de cervecería los encontramos en Mesopotamia.


Pero los restos arqueológicos más antiguos de producción de cerveza en Europa fueron descubiertos en el yacimiento del valle de Ambrona en Soria, y datan de alrededor del 2400 a. C., según el trabajo arqueológico del equipo dirigido por el profesor Miguel Ángel Rojo Guerra. Y que se sepa, de momento, esta sería la fábrica de cerveza más antigua del viejo continente.


Los celtas ya conocían la elaboración de la cerveza y llevaron consigo este conocimiento cuando se extendieron por la península Ibérica, donde su uso y su elaboración se desarrolló muy pronto.


Originalmente la cerveza ofrecía dos ventajas básicas. En primer lugar, permitía un uso más eficiente de un ingrediente no muy fácil de cultivar al principio. En efecto, era más fácil hacer mucha cerveza con un poco de grano que mucho pan con la misma cantidad de grano. En segundo lugar, la fermentación producía alcohol y desinfectaba el agua ofreciendo así una bebida limpia de contaminación bacteriana.

Pronto la cerveza se diferenció claramente del pan y pasó a ser una bebida independiente de la panificación. Se solía aromatizar con numerosas cosas y mezclarla con vino o hidromiel. Tampoco era raro el hecho de aguarla.


El fenómeno de la fermentación era concebido como un acto procedente de las divinidades con fuerte carácter mágico. Así fue como la cerveza fue concebida como bebida sagrada y placiente a los dioses. Y no son raros los textos en los que se describe una ofrenda en la que figura la cerveza como alimento sagrado.


Originalmente, las cervezas se solían hacer con un cereal antecesor del trigo llamado espelta. Pero rápidamente, se impusieron el trigo y la cebada en la cervecería. El trigo, más agradable en su forma sólida, fue reservado a la panificación y la cebada destinada a la cerveza. Curiosamente, ya en épocas muy remotas, la cebada no se servía cruda. Se hacían unos panes, cocidos a diferentes niveles y que se conservaban muy bien. Para hacer la cerveza, se hacía trocitos el pan y se mezclaba con agua. Después de calentar y cocer la mezcla, se dejaba fermentar varios días.
I.Y.P.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Historia del vibrador

He vuelto. Aquí tenéis, para que no os esforcéis. Escúchalo.


Durante el siglo XIX, el masaje de clítoris era considerado el único tratamiento adecuado contra la histeria, de manera que cientos de mujeres acudían cada día a su médico para que les masajease la zona y les indujese a un “paroxismo histérico”, hoy conocido como orgasmo, y definitivamente alejado de ser considerado una enfermedad. Hacia el año 1880, cansado de masturbar manualmente a sus pacientes, el doctor Joseph Mortimer Granville patenta el primer vibrador electromecánico con forma fálica.


La histeria, supuesta enfermedad que los griegos habían descrito el “útero ardiente”, se convierte en una especie de plaga entre las mujeres de la época. Cualquier comportamiento extraño – ansiedad, irritabilidad, fantasías sexuales – era considerado como un claro síntoma y la paciente era enviada inmediatamente a recibir un masaje relajante. A finales del XIX la cantidad de mujeres que acudían a la consulta era tal, que a los médicos se les acaba por cansar la mano y empiezan a inventar todo tipo de artefactos que les ahorren el trabajo.

La variedad de vibradores de aquella época es abrumadora, muchos modelos funcionan con corriente eléctrica, otros lo hacen con baterías o gas, incluso se diseñan algunos que funcionan a pedales. Los aparatos tienen velocidades que van desde 1.000 a 7.000 pulsaciones por minuto y los precios pronto empiezan a ser asequibles para su uso doméstico. Modelos como el “Barker Universal”, el “Gyro-Lator” o la “Miracle Ball” comienzan a comercializarse a través de los periódicos de tirada nacional. Algunos de los lemas publicitarios, eran de lo más curioso: “La vibración es la vida “Porque tú, mujer, tienes derecho a no estar enferma”.


En muchos catálogos femeninos el vibrador se publicita como “instrumento para la tensión y la ansiedad femenina”. Su uso se promociona como una forma de mantener a las mujeres relajadas y contentas. “La vibración proporciona vida y vigor, fuerza y belleza” – dicen los anuncios – “El secreto de la juventud se ha descubierto en la vibración”. Su comercialización llega a tal extremo que algunos modelos incluyen un recambio adaptable que convierte el vibrador en una batidora.


Pese a lo que nos pueda parecer hoy, en aquellos años la aplicación del vibrador sobre el clítoris era tenida por una práctica exclusivamente médica. En la concepción androcéntrica de la época, al no haber contacto con el interior de la vagina, se considera que no hay contacto sexual. Los problemas y los tabúes empiezan más tarde, a partir de 1920, cuando los vibradores aparecen en las primeras películas pornográficas. A partir de ese momento, el vibrador empieza a perder su imagen de instrumento médico y a adquirir connotaciones negativas, hasta quedarse con el carácter algo turbio que tiene en nuestros días, aunque afortunadamente, cada vez menos.
I.Y.P.